La quita de muchos contenidos que experimentamos los y las estudiantes con discapacidad visual.



Quienes escribimos estos artículos lo hacemos de una manera, la cual permita que ustedes las lectoras y lectores puedan acceder a una lectura realizada desde una escritura implicada y con experiencias vividas por nosotros. Quienes conformamos el blog la vida en relieve y elaboramos los artículos somos jóvenes con discapacidad visual, y así todos y todas experimentamos la educación de una manera particular, lo que hace que cada experiencia en la educación de personas con discapacidad visual sea única e irrepetible, con múltiples vivencias, barreras y logros que fuimos alcanzando y conquistando, lo que hace que tengamos mucho para contar. 
Por ello en todas las producciones que creamos, volcamos nuestras experiencias, las barreras que nos dificultan el acceso a una educación como derecho que permita la convivencia, y además puntualizamos en los desafíos que buscamos concretar para que más personas con discapacidad puedan acceder a una educación de calidad. Es por ello, que escribimos desde nuestra subjetividad, utilizando como importante insumo nuestras vivencias y la de muchos otros compañeros y compañeras estudiantes con discapacidad visual que nos encontramos en la lucha colectiva de alcanzar una educación, que nos sea garantizada como un derecho fundamental, y que todos y todas podamos concretar nuestro derecho a estudiar. Por lo tanto quienes escribimos atravesamos y vivimos muchas de estas cuestiones que volcamos en nuestras producciones, lo que creemos que es mucho más productivo y le da un sentido más interesante a estos artículos. 

En artículos anteriores estuvimos hablando de la importancia del sistema Braille y de las nuevas tecnologías como herramientas fundamentales que aportan a la búsqueda de acceder a la educación como derecho, y a partir de ello en uno de estos artículos hicimos un fuerte hincapié en la necesidad, de que se puedan garantizar las distintas alternativas de estudio a estudiantes con discapacidad visual y no eliminarlas como sucede en algunas situaciones, donde se nos quita la posibilidad de usar el sistema Braille o el apoyo de algunas tecnologías. 
Siguiendo este lineamiento de restricciones que vulneran el derecho a la educación, en esta ocasión vamos a hablar de la quita de contenido que experimentamos muchos estudiantes con discapacidad visual, siendo esta una problemática que sigue perdurando y limitando el derecho a la educación como derecho fundamental. 
Somos muchos los y las estudiantes, que en algunos momentos de nuestra educación hemos sufrido la quita de contenidos esenciales para nuestra formación. No son situaciones aisladas sino que tienden a reiterarse, y en algún momento también atravesó a parte de los jóvenes que pertenecemos al blog y escribimos este artículo. 
Nos estamos refiriendo específicamente al nivel secundario, donde en reiteradas ocasiones se tiende a eliminar contenidos a estudiantes con discapacidad visual. Así muchos estudiantes en la secundaria hemos sufrido la quita de contenidos en el área de matemáticas, y en lo que aún es más grave, en algunas situaciones no se ha dictado dicha materia a algunos estudiantes. Esta excluyente decisión está basada en argumentos generalistas y hasta discriminatorios por parte de doscentes y directores de establecimientos educativos, por lo que muchos sostienen esta decisión a partir de considerar que en un futuro estudiantes con discapacidad visual no estudiaríamos carreras que tengan relación con las matemáticas. Así no se está haciendo más que negar o limitar el derecho a estudiar, ya que se nos quita contenidos por nuestra situación de discapacidad visual. 
Sobre esto es importante traer a colación la necesidad de considerar la interdependencia entre derechos, por lo que son inseparables, y por ejemplo una buena educación puede influir en un buen empleo. Así entendemos que la quita de contenidos termina concretando un acto discriminatorio, el cual vulnera el derecho a estudiar, y visto desde la perspectiva de Derechos Humanos, la interdependencia entre derechos nos lleva a considerar esta eliminación de contenidos, como algo que puede terminar de operar como un factor limitante, el cual quita herramientas que pueden ser necesarias en la búsqueda de acceder a un empleo formal y estable. 

Para cerrar les vamos a contar en forma breve la experiencia vivenciada por uno de los autores que escribimos este artículo. 
Mi nombre es Emiliano Taborda. Hoy me encuentro estudiando la licenciatura de trabajo social, ya finalizando la carrera, pero no voy a hablar de mis estudios universitarios, sino sobre la quita de contenidos que restringieron mi derecho a la educación en el nivel secundario. 
Si bien en la secundaria adquirí múltiples herramientas que ayudaron a mi formación como persona y aportaron a mis estudios universitarios desde la rama de humanidades, esto no quiere decir que pude acceder a la totalidad de los contenidos. Así es como en años de secundaria me vi imposibilitado de contar con contenidos fundamentales en algunas materias. En un año se me dificultó el acceso a los contenidos de físico química, en otros años se me quitó contenidos en matemática y por barios años tampoco pude tener educación física al igual que el resto de mis compañeros. Sobre todo esto se argumentaba que no se contaban con las herramientas necesarias ni con la formación pertinente de los y las docentes para que yo cuente con estos contenidos, y por otro lado como yo me orienté al área de humanidades se entendía que los contenidos en matemática no serían importantes. Debo reconocer que las ciencias contables no es lo que me gusta, pero me hubiese sido de mucha utilidad acceder a estos contenidos, y al igual que el resto de mis compañeros y compañeras yo también tengo derecho de que se me brinden los mismos contenidos porque la educación es un derecho universal. 
Ahora bien, imagínense lo que representa para un estudiante adolescente sentirse excluido en diversos ámbitos de la educación. Para mi era angustiante y sobre todo muy frustrante el no poder acceder al derecho a la educación en igualdad de condiciones que el resto de mis compañeros y compañeras. Lo que más me costaba era estar sentado sin hacer nada, o haciendo lo poco que se podía, vulnerando así mi derecho a estudiar. 

Por último queremos recalcar, que la educación es un derecho, lo que implica que todos y todas las y los estudiantes podamos acceder a todos los contenidos educativos. La quita de contenidos es una barrera más que obstaculiza nuestro goce pleno de este derecho. 

Autores Caruso Hernán y Taborda Emiliano

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