¡Un derecho, Nuestro derecho!

En este artículo queremos compartirles una reflexión sobre el derecho a la educación de las personas con discapacidad. 

En primer lugar, es necesario entender que la educación constituye un derecho humano fundamental. Por tanto debe ser garantizada por los Estados a todas las personas, solo por el hecho de ser ciudadanos y ciudadanas titulares de derechos. Es por eso que tenemos derecho al acceso a la educación, a estudiar y a formarnos considerando nuestras particularidades, nuestros deseos, características y respetando nuestras elecciones, como las de cada estudiante. 

Además debemos considerar la importancia que la educación representa en la vida de todo sujeto, ya que el acceder a una educación inclusiva y de calidad constituye el puente o el trayecto hacia la posibilidad de crecer como personas, a desarrollarnos con más herramientas y a poder acceder a otros derechos como a tener un buen empleo. Decir esto no es otra cosa, que afirmar la interdependencia de los derechos y la imposibilidad de separarlos, porque la realización de uno de ellos, requiere y posibilita la de los demás derechos. 

Hecha esta breve introducción, nos vamos a centrar exclusivamente en el derecho a la educación de las personas con discapacidad visual, puntualizando en distintos ejes que serán el núcleo del artículo. Los ejes en los cuales nos vamos a detener son por un lado, lo planteado sobre este tema por la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, las barreras que dificultan el derecho a la educación de las personas con discapacidad, y por último, algunos planteos necesarios en la búsqueda de una educación verdaderamente inclusiva. 

La Convención proclama que las personas con discapacidad, debemos poder acceder al principio de igualdad y plena participación en la sociedad; buscando llegar al horizonte de equiparar oportunidades y por tanto producir múltiples condiciones de accesibilidad. 

El artículo 24 de la mencionada Convención, establece que los estados parte deberán garantizar el derecho a la educación sin discriminación por motivos de discapacidad, asentado sobre las bases de igualdad de oportunidades, buscando asegurar un sistema de educación inclusiva a todos los niveles y la enseñanza a lo largo de la vida. 

Por otra parte, es necesario destacar la importancia que representan los apoyos técnicos en las personas con discapacidad para favorecer la accesibilidad tanto en la educación como en todos los ámbitos de la vida. Las tecnologías se constituyen como herramientas de apoyo importantes, contribuyendo enormemente a reducir las múltiples barreras del entorno, aportando en la construcción y fortalecimiento de la autonomía de las personas con discapacidad. 

Las personas con discapacidad visual utilizamos múltiples apoyos, que favorecen nuestro acceso al derecho a una educación inclusiva, ya sea el sistema de escritura braile, como la utilización de software lectores de pantalla para computadoras y teléfonos móviles. Estas herramientas, para nosotros representan la posibilidad de acceder a la educación en igualdad de condiciones con los y las demás. Así por ejemplo, un lector de pantalla es un apoyo indispensable, el cual nos permite utilizar una computadora con autonomía. Usándolo podemos navegar por internet o leer un texto digital, el cual debe ser accesible para que los lectores de pantalla puedan leerlo. 

Si nos detenemos en la educación superior, muchos estudiantes con discapacidad visual encuentran serias dificultades que les impiden desarrollar sus estudios en igualdad de condiciones, como por ejemplo al no poder acceder a los textos en tiempo y forma, y en múltiples ocasiones algunos estudiantes han tenido que abandonar sus estudios debido a la exclusión generada por el sistema educativo, el cual no acepta plenamente la diversidad, como tampoco  atiende las particularidades de cada estudiante al nivel que sería necesario. Igualmente, más allá de estas dificultades, cabe destacar la labor de muchísimos docentes, que debido a la falta de accesibilidad en los materiales de estudio o el retraso para acceder a los mismos, brindan múltiples alternativas de apoyo a sus estudiantes, como la lectura de sus materiales que las hacen llegar a través de distintas vías de comunicación. Así también debemos destacar el gran aporte de voluntariados, que funcionan en bibliotecas y universidades; si bien puede entenderse que con ellos no es suficiente, la labor de muchos voluntarios es una ayuda importante para gran parte del estudiantado ciego y con baja visión. Queremos enfatizar también, que más allá de la importancia que hoy tienen los voluntariados y las alternativas que brindan muchos profesores comprometidos con su vocación, ambas son respuestas insuficientes, puesto que el acceso a la educación no debiera depender de buenas voluntades, sino que necesitamos seguir avanzando hacia un horizonte en el cual la educación sea verdaderamente garantizada como derecho, permitiendo prescindir de los voluntariados, como de las acciones que hoy realizan muchos docentes ante la falta de accesibilidad de los materiales de estudio.

En la sociedad actual las personas con discapacidad todavía constituimos un colectivo muy vulnerado, en cuanto al acceso al bienestar general. Como personas con discapacidad, nos encontramos ante un entramado de distintos tipos de barreras que impiden nuestra inclusión plena y efectiva en la sociedad. El derecho a la educación no es la excepción, sino que a pesar de conquistar significativos avances, y de contar con un amplio compendio de leyes, aún nos encontramos inmersos en una lucha constante por alcanzar una educación inclusiva y de convivencia con la diversidad.

Necesitamos que verdaderamente se efectivice el cumplimiento de la convención y de las distintas leyes que buscan garantizar una educación inclusiva. También es importante seguir construyendo una comunicación más fluida y constante entre estudiantes y docentes, apuntando a que los estudiantes tengamos un rol protagónico, atendiendo nuestras inquietudes, necesidades y conocimientos. 

Por otro lado se hace cada vez más necesario generar reformas en los planes de estudios de las carreras de formación docente, para que estos puedan incluir la perspectiva de discapacidad en el marco de los derechos humanos y como lo plantea el modelo social.

Es una realidad que en el plano educativo se alcanzaron múltiples conquistas gracias a la legislación vigente obtenida tras una larga lucha por el movimiento social de las personas con discapacidad, como también a la ayuda de las tecnologías y apoyos técnicos. Igualmente a pesar de todo lo logrado, consideramos que todavía falta mucho para que las personas con discapacidad contemos con el derecho a una educación inclusiva y de calidad, como un derecho fundamental plenamente bigente. 

En conclusión, para concretar una educación inclusiva y de calidad se requiere promover el reconocimiento del derecho a la educación, buscando que la totalidad de los y las estudiantes podamos ingresar, permanecer y graduarnos en todos los espacios educativos sin discriminación, donde se puedan compartir todos los ámbitos que hacen a la educación, garantizando el aprendizaje de todos y todas, permitiendo que podamos adquirir los mismos conocimientos considerando las particularidades de cada estudiante, facilitando la accesibilidad edilicia de los edificios de todos los espacios educativos, y asegurando los apoyos técnicos y ajustes razonables para que las personas con discapacidad podamos acceder plénamente a la educación como derecho.